¿Sabemos escuchar?: la escucha activa

La importancia de escuchar.

Uno de los principios más elementales y más importantes de todo proceso comunicativo es saber escuchar. La forma de escuchar expresa la manera que tiene cada uno de interrelacionarse, así como su capacidad de generar relaciones con los demás. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás.
Esa "falta de escucha" se suple con la "pseudoescucha". A menudo se cree quela persona que está callada frente a la que habla es porque está escuchándola, pero para escuchar realmente se debe tener la intención real de entender lo que la otra persona está diciendo. Quien realmente controla la conversación no es quien habla, sino quien escucha.
Escuchar requiere de un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar realmente lo que se oye. Interpretar lo que se intenta comunicar de una forma adecuada es una gran habilidad que ha de ser muy útil para entablar mejores relaciones, tanto profesionales como personales, y, además, evitará multitud de malos entendidos.

Pero, ¿Qué es realmente la escucha activa?

La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla.
El oír es simplemente percibir vibraciones de los sonidos, mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa, sin olvidarse de la comunicación no verbal.
La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar a la persona que está expresando directamente los pensamientos, sentimientos e ideas que subyacen a lo que se está diciendo. implica conocer lo que es importante para la otra persona. Significa que se debe olvidar y centrase en lo que la otra persona está realmente intentando decir. Para llegar a entender a alguien se precisa cierta empatía (saber ponerse en el lugar de otra persona).