Veamos la diferencia con los ojos de un niño

El mundo podría ser un lugar perfecto pero está lejos de que lo sea. Sin embargo, entre todos, podemos convertirlo en un lugar mejor. No todos los que vivimos en él somos iguales y eso es algo bueno... hasta que alguien, porque sí, les cuelga la etiqueta de diferentes. Por ejemplo, todas las personas que sufren algún tipo de discapacidad pero eso no las convierte en distintas.

A lo largo de nuestra madurez perdemos la inocencia, vemos el mundo desde una perspectiva adulta y olvidamos que algunas cosas serían mucho más bonitas si las mirásemos con los ojos de un niño.

Por el día Internacional de las Personas con Discapacidad la Asociación francesa "Noemí" invitó a hacer un experimento a parejas de padres con hijos. Les pusieron vídeos de gente haciendo caras divertidas que tenían que copiar, hasta que salió una discapacitada metiéndose el dedo en la nariz. Los padres dejaron de imitarla. Los niños no vieron ninguna diferencia con los vídeos anteriores y lo siguieron haciendo.
La organización quiere transmitir un mensaje de naturalidad y de igualdad con el vídeo de su nueva campaña, "Los ojos de un niño", en la que invitan a mirar a los demás como hacen los pequeños.
Los padres se sienten presionados por la corrección política y sienten que la discapacitada no es como la gente sin discapacidad que habían imitado hasta entonces. La reacción de sus hijos demuestra, sin embargo, que esa diferencia la marca el que los mira, no la discapacidad en sí.

Noemí reta al final de la campaña a la audiencia: "Veamos la diferencia. Con los ojos de un niño".

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